Muchas personas me preguntan en que consiste la sanación cuántica, para la mayoría es un término «nuevo» con el que no están familiarizados, realmente es muy complejo de explicar y además no hay fundamentos científicos sólidos que lo respalden con lo cual genera bastante controversia, por ello lo voy a tratar desde el punto de vista espiritual.
La sanación cuántica desde el punto de vista espiritual es una práctica que busca aliviar el dolor y el sufrimiento en el cuerpo, la mente y el espíritu de las personas. Se basa en la creencia de que todo en el Universo está compuesto de energía y que las emociones negativas, los pensamientos limitantes, los traumas emocionales ya sean propios o heredados, pueden bloquear el flujo de esta energía o crear desequilibrios energéticos lo que puede llevar a enfermedades físicas y emocionales.
La sanación cuántica se centra en la eliminación de estos bloqueos energéticos a través de la aplicación de la física cuántica o metafísica y otras técnicas energéticas. Los practicantes de la sanación cuántica utilizan técnicas como la meditación, la visualización, la respiración y la imposición de manos para equilibrar el flujo de energía en el cuerpo y en el campo energético que lo rodea.
Desde una perspectiva espiritual, la sanación cuántica también se enfoca en el desarrollo de la conciencia y el despertar espiritual. Se cree que puede ayudar a las personas a conectarse con su verdadero Ser y su propósito en la vida, y a desarrollar una mayor comprensión de la interconexión de todas las cosas.
Todo está interconectado a través de la energía, y busca equilibrar el flujo de esta energía en el cuerpo y en el campo energético para aliviar el dolor y el sufrimiento en todos los niveles de la experiencia humana.
Durante una sesión de sanación cuántica, el terapeuta y el paciente se sientan o acuestan cómodamente en un ambiente tranquilo y relajado. El terapeuta utiliza técnicas de visualización, meditación y respiración para conectarse con la energía cuántica (LA FUENTE, EN LA LNT) y canalizarla hacia el paciente. El terapeuta también puede utilizar técnicas de imposición de manos, donde se colocan las manos sobre el cuerpo del paciente para canalizar la energía cuántica y liberar los bloqueos.
Durante la sesión, el paciente puede sentir una sensación de calor o frío, sudoración, hormigueo, movimientos corporales ya sean internos o externos, a medida que la energía cuántica fluye a través de su cuerpo. También pueden experimentar emociones intensas o sentir una liberación emocional a medida que se liberan los bloqueos, necesidad de llorar, gritar o incluso reír. Después de la sesión, los pacientes suelen sentirse más relajados, centrados y equilibrados, con una mayor claridad mental y emocional.
Es importante tener en cuenta que la sanación cuántica no pretende ser un sustituto de la atención médica convencional. Sin embargo, muchas personas han encontrado beneficios en la sanación cuántica como complemento a su tratamiento médico convencional.
Los cambios que se pueden experimentar después de una sesión suelen variar de persona a persona y dependen de la naturaleza de la dolencia o desequilibrio que se esté tratando. Sin embargo, algunos cambios más comunes incluyen:
Reducción de la ansiedad y el estrés: puede ayudar a aliviar los síntomas de ansiedad y estrés al equilibrar el flujo de energía en el cuerpo y la mente.Alivio del dolor: reducción en la intensidad del dolor después de una sesión.Aumento de la energía y la vitalidad: puede ayudar a equilibrar el flujo de energía en el cuerpo, lo que puede resultar en un aumento de la energía y la vitalidad.Mejora del sueño: una mejora en la calidad del sueño después de una sesión de sanación cuántica.Sentimiento de paz y relajación: ayuda a sentirse más relajados y en paz consigo mismos.Claridad mental: mayor claridad mental y una mayor capacidad para concentrarse.
Es importante tener en cuenta que estos cambios pueden no ser inmediatos y pueden requerir varias sesiones para lograrse. Además, los efectos pueden variar de persona a persona y dependen de muchos factores diferentes.
El sanador actúa como un canal o facilitador para que la energía fluya a través de él o ella, pero la verdadera fuente de curación es la energía universal o divina que fluye a través de todos nosotros. Es importante que el paciente también esté dispuesto a hacer cambios en su vida para mantener este equilibrio y lograr una curación más completa y duradera.
